¿Para qué sirve el control en la administración pública?
El control es un elemento que se utiliza para prevenir riesgos que pudieran afectar el cumplimiento de objetivos y metas establecidos. La gestión basada en el control se aplica en todo tipo de organizaciones sin importar su tamaño.
Mediante la evaluación de las actividades administrativas se lleva a cabo un estudio del control de gestión para analizar la eficiencia y eficacia de las entidades de gobierno y la aplicación de los recursos públicos, utilizando indicadores de desempeño para determinar los beneficios de sus actividades. A los ciudadanos les interesa que el Estado les retribuya con servicios y bienes, la contribución que realizan, ya sea de forma directa o indirecta, así surge el interés de exigir que los servicios sean de calidad y entregados en tiempo y forma oportuna. Por otro lado, a la población también le interesa que este proceso se dé mediante una gestión pública que genere la máxima producción, utilizando de forma óptima los recursos (financieros, materiales y humanos) disponibles y evitando el desvió de los mismos para fines particulares.
La administración pública tiene mucha similitud con la actividad privada, al igual que este sector, requiere tener metas, que le permitan medir sus resultados y evaluar su gestión en términos de eficiencia y eficacia.
Para medir la eficiencia y eficacia es necesario hacer un proceso de evaluación de la gestión, ésta es entendida como las técnicas que la dirección de una organización establece de forma periódica y sistemática para medir el resultado de sus actividades y la responsabilidad del funcionario público, en relación con unos estándares de resultados esperados, proyectando acciones a futuro en busca de un mejoramiento continuo.
Las instituciones públicas tienen como principal objetivo producir bienes y prestar servicios públicos a la sociedad, los cuales son necesarios para el desarrollo económico de las naciones y la procuración del bienestar social. Por ello, se requiere que su funcionamiento se sostenga en los principios de transparencia y rendición de cuentas, para lograr su misión y satisfacer las demandas de la sociedad, por lo que es necesaria una gestión eficaz, eficiente y responsable de dichas instituciones, para mantenerse en las mejores condiciones de operación y lograr un equilibrio próspero entre su administración y la consecución de los fines sociales o económicos que tiene previstos. Dentro de esta perspectiva, el control interno es considerado como una herramienta administrativa valiosa para lograr con mayor eficiencia los objetivos y metas de las instituciones públicas, elevar su desempeño, cumplir con la normativa aplicable, y consolidar la transparencia y rendición de cuentas (ASF, 2015).
Las instituciones de la Administración Pública Federal (APF), en su labor por tener un control en sus dependencias, han llevado a cabo esfuerzos por implantar, de manera formal, sistemas de control interno, entre los que se encuentran:
De acuerdo a la Auditoría superior de la federación, los componentes del control interno son los siguientes.
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