Para los tres niveles de gobierno (municipal, estatal, federal) la gestión pública es diferente, cada dependencia y entidad planifica de acuerdo a las necesidades de las demandas de la sociedad, ya que su principal objetivo es servir a los ciudadanos. Por tanto, se hace necesario que el gobierno tenga un enfoque orientado a resultados. Para que no exista un descontento en la sociedad, es preciso que haya coherencia entre lo que el gobierno hace y los resultados que da, asimismo que corresponda lo que los particulares pagan en forma de impuestos, y lo que reciben en bienes y servicios del Estado.
El ejecutivo federal tiene como misión que el gobierno funcione bien, que este orientado a alcanzar los resultados que la población requiere, usando mecanismos eficientes para lograrlos (SFP, 2008). El gobierno federal mexicano tiene la labor de mejorar su gobernanza para tener una gestión eficiente y eficaz en los tres niveles de gobierno, por lo que se requiere un rediseño de la Administración Pública Federal (APF) que, de soporte a los gobiernos subnacionales del país, a manera de fortalecer sus capacidades institucionales, por medio de una mayor autonomía al gobierno local y efectiva gestión intergubernamental entre los tres órdenes de gobierno (INAP, 2010).
El gobierno federal mexicano no obliga la implementación del Sistema de Evaluación del Desempeño en entidades y municipios, es decir, brinda completa autonomía de gestión para que estos niveles de gobierno evalúen sus recursos con total libertad, implementando sistemas de evaluación con base en las características organizacionales y funcionales de su gobierno.
Por lo tanto, es una oportunidad para que las entidades y municipios en México, puedan formular la cultura de evaluación, su desarrollo e implementación con base a un modelo de gestión, acorde a sus propias estructuras y servicios. En este sentido, los estados y municipios son los que definen su propia agenda y modelo de evaluación (INAP, 2010).
La gestión de las instituciones gubernamentales se basa en un conjunto de decisiones encaminadas a coordinar y potenciar los recursos públicos (incluidos los recursos humanos) y desarrollar e impulsar medios alternativos para alcanzar metas individuales y colectivas en un entorno político-jurídico.
La gestión pública se define como la capacidad de las autoridades facultadas para ejercer las atribuciones del Poder ejecutivo, de forma tal que lleven al cumplimiento de los fines y propósitos, que legal y socialmente les han sido asignados (SGP, 2008).
Un reto que afronta la gestión pública del país, es el cambio de las estructuras y los procesos de actuación de la administración pública, con el fin de mejorar sus resultados. Por ello, su actuación implica garantizar eficiencia, eficacia, calidad, y explorar soluciones diferentes en la prestación de servicios, para lograr resultados de mayor valor e impacto en la sociedad.
Bajo este contexto se creó el Programa Especial de Mejora de la Gestión en la Administración Pública Federal, con este Programa, el Ejecutivo Federal hace propios diversos postulados de una gestión pública renovada, tales como (SGP, 2008):
Acorde a dichos postulados, el Programa Especial de Mejora de la Gestión en la Administración Pública Federal tiene como objetivos (SGP, 2008):
Para el buen funcionamiento del Programa de Mejora de la Gestión (PMG), éste se basa en cinco etapas.
Etapas del Programa de Mejora de la Gestión (PMG)
Las políticas públicas destinadas a conceder competencias y funciones a los gobiernos regionales y locales a partir del gobierno central, han expandido el debate sobre la eficiencia y las capacidades de gestión de estos niveles de gobierno.
Los gobiernos regionales fomentan inversiones, actividades y servicios públicos de su responsabilidad, en armonía con las políticas y planes nacionales y locales de desarrollo, con la finalidad de promover el desarrollo y la economía regional. Adoptan sus políticas regionales en el marco de las políticas nacionales y sectoriales, adaptándolas a su realidad territorial (Bastidas D. y Pisconte J., 2009).
En las entidades del país se han desarrollado modelos de planeación y evaluación de la gestión, enseguida se mencionan dos de ellos los cuales también se pueden aplicar en otros niveles de gobierno:
Sistema de indicadores de gestión |
Agenda desde lo local (DLL) |
El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS S.N.C.), mediante sus programas de crédito, incorpora diversos diseños de indicadores de gestión para promover el cambio estructural y medir los impactos en el desarrollo. Se incorporan indicadores de gestión relativos a: eficiencia administrativa, unidad de atención ciudadana, profesionalización, control de residuos peligrosos, eficiencia costo integral, inversiones y financiamientos. |
Es un programa del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED), dependiente de la Secretaría de Gobernación, inclinado a impulsar el desarrollo integral de los municipios del país y originar condiciones de equidad entre todos los ciudadanos mexicanos. Es una herramienta que permite que los tres niveles de gobierno brinden soluciones específicas a los problemas habituales de la ciudadanía y sus autoridades locales. |
Actualmente existe una diversa variedad de modelos de evaluación aplicables a nivel estatal, como ejemplo se puede mencionar el caso del estado de Sinaloa, donde se creó un nuevo modelo de planeación y evaluación de la gestión y las políticas públicas con los siguientes proyectos, de los cuales se indica su objetivo.
Nuevo modelo de planeación y evaluación de la gestión y las políticas públicas, adaptado de la Secretaria de Innovación Gubernamental (2011).
La evaluación del desempeño municipal debe concebirse a partir de la integración de diversos componentes, ya que requiere mediciones de diferente índole para obtener información sobre las actividades y resultados de su gestión. La evaluación del desempeño es la medición para comprobar el grado de logro de los resultados, por lo que se tiene que basar en indicadores mesurables.
Los gobiernos locales adoptan sus políticas locales en el marco de las políticas nacionales y sectoriales, integrándose a las políticas regionales y adaptándolas a su realidad local, (Bastidas D. y Pisconte J., 2009).
Se considera que los gobiernos regionales y locales no cuentan con las capacidades necesarias para asumir las competencias y funciones para hacerse cargo de su propio desarrollo, estas evidencias se confrontan a los paradigmas que consideran al municipio como el lugar esencial para la democratización de las decisiones, y la escala necesaria para mejorar la gestión pública y acceder a un estado eficiente (INAP, 2010).
Los indicadores y las metas para medir el desempeño de la gestión pública municipal deben ser expresivos de los resultados esperados, es así que en el ámbito local se promueven esfuerzos para lograr una cultura de medición de desempeño mediante indicadores de evaluación enfocados a alcanzar una mejora en la gestión pública, generando los siguientes puntos (Olivera y Cano, 2012):
En el Estudio Comparado sobre Sistemas de Medición de Desempeño Municipal en América Latina se identificaron los siguientes sistemas de indicadores municipales.
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