Para comprender lo que se observa hoy en día en el Estado oficialmente denominado Estados Unidos Mexicanos, primero se debe conocer la historia, que ilustra el camino que ha recorrido el país para llegar al punto en el que se encuentra hoy día, la historia de México es controversial e interesante. Excluyendo el norte, el territorio mexicano representa gran parte de la zona conocida como Mesoamérica, misma que se denominó así para identificar al conjunto de civilizaciones que inicialmente poblaron dicho territorio y que hoy son parte importante de la identidad mexicana.
Al reflexionar sobre la confluencia de civilizaciones que interactuaron en Mesoamérica, Kirchhoff (1943) señaló lo siguiente:
Todo esto demuestra la realidad de Mesoamérica como una región cuyos habitantes, tanto los inmigrantes muy antiguos como los relativamente recientes, se vieron unidos por una historia común que los enfrentó como un conjunto a otras tribus del continente, quedando sus movimientos migratorios confinados por regla general dentro de sus límites geográficos, una vez entrados en la órbita de Mesoamérica (p.5).
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En Mesoamérica subsistieron los aztecas, mayas, teotihuacanos, totonacas, toltecas, olmecas y zapotecas. Estas civilizaciones desarrollaron diversas costumbres y rituales que las distinguían unas de otras, y contaban con un sistema de administración y gobierno.
A manera de ejemplo y de acuerdo con Escalante (2004):
…los nahuas (mexicas o aztecas) usaban el término altépetl (cerro de agua) para referirse a la ciudad, con su población y sus tierras (que bien podría ser la versión antigua de lo que hoy se conoce como Estado). Cada altépetl era dirigido por un tlatoani o rey, mismo que contaba con el apoyo de una numerosa bancada de jueces, recaudadores, capitanes y administradores. (P.46)
Entre estas civilizaciones se mantenían relaciones de comercio e intercambio de bienes entre las diversas ciudades situadas en territorio mesoamericano. Asimismo, existían cuotas que agravaban el intercambio de bienes y, desde aquel entonces, se sentaron los principios de un sistema de comercio que permitió el desarrollo de esas culturas.
Simultáneamente, en el mundo sucedían hechos que fueron determinando el curso de la historia universal, muchos de ellos sustentados en la ambición de controlar nuevos y ricos territorios. La efervescencia política a nivel internacional provocó que España se viera involucrada en diversos conflictos con otros imperios, como el de Gran Bretaña que llegó a ocupar Cuba, hecho que preocupo a los españoles, por su cercanía con la Nueva España.
Con la finalidad de satisfacer las necesidades que requería la opulencia de civilizaciones europeas, en particular la española, se llevaban a cabo diversas expediciones con la finalidad de ubicar riquezas naturales, muchas de estas, previas al primer contacto con Mesoamérica definieron sus asentamientos en Cuba, Guinea y otros países asiáticos. La expedición (Martínez, 2004) encabezada por Francisco Hernández de Córdoba, los condujo en 1517 a la costa de Yucatán siendo este el primer contacto del viejo mundo con Mesoamérica.
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A partir de ese momento, las expediciones fueron más frecuentes hasta el momento crucial en el que estás ya no serían exploraciones sino viajes, con claros fines de expansión y conquista. Según el historiador García Martínez (2004) en 1519, Hernando Cortes sale de Cuba para invadir Mesoamérica mediante el recurso de fundar una población (Veracruz) y erigirle un cabildo (ayuntamiento o cuerpo de gobierno según la tradición castellana). De esta manera se pudo justificar y organizar de manera autónoma su incursión al interior, hasta el momento de invadir Tenochtitlan (1519) donde, derivado de su alianza con los tlaxcaltecas (enemigos de los nahuas), logra su primera conquista en Mesoamérica, y comienza la historia de lo que hoy se conoce como Estado mexicano.
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Es de suponerse que con la llegada de nuevas influencias a un territorio, diversos factores determinarían el ser y deber ser de los individuos. De igual forma, con el pasar de los años, estos individuos vieron que sus raíces se habían visto influidas por el nuevo choque cultural. La llegada de los españoles determinó en buena medida lo que hoy es la cultura mexicana, desde el idioma hasta las inclinaciones religiosas. Si bien se reconoce la influencia de los antepasados, no se puede negar que la llegada de los españoles definió de manera importante el curso y evolución del país. Estos hechos históricos determinarían la identidad de la población Mesoamericana de aquellos días y hechos inherentes y subsecuentes, determinarían la identidad de lo que hoy se conoce como México.
En un momento de crisis global la nueva identidad también buscó ser reconocida, es por ello que, de la mezcla y diversidad existente, surgió lo que se conoce como mestizaje. En México hubo una mezcla cultural entre indígenas y españoles y resultó la raza mestiza, por otro lado, los españoles que nacieron en el territorio conquistado fueron denominados criollos y a su vez diversas culturas migraron al país para involucrarse en el campo mercantil y otros sectores comerciales.
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A distancia, la Corona Española controlaba sus territorios a través de los virreinatos, mismos que buscaban obtener el mayor beneficio posible de las conquistas, producto de exploraciones realizadas por navíos en busca de riqueza. Ese fue el caso de Mesoamérica, que buena parte de su territorio fue denominado como, la Nueva España. Durante esta época, la nueva generación compuesta por indígenas, criollos y mestizos, buscaron ser reconocidos como una nueva sociedad independiente de la Corona Española, este hecho permitió que personajes reconocidos de aquella época se levantaran en armas en contra del dominio militar español. Diversas batallas tuvieron lugar en territorio nacional y la cercanía con el territorio en expansión de Estados Unidos ponían en riesgo los intereses albergados en la Nueva España y en su población, que exigía que sus garantías de ciudadanos independientes fueran reconocidas.
Como resultado, los nuevos ciudadanos comienzan de cero la reconstrucción de su identidad en un territorio que sería organizado, para su mejor administración, en federaciones. Se redacta la primera constitución basada en la española y en la estadounidense, misma que sentaría las bases para la protección de los intereses de un nuevo estado nacional, sus habitantes y soberanía; denominado Estados Unidos Mexicanos.
De acuerdo con Vázquez (2004), en el periodo de 1808 a 1876, México logra su independencia y se consolida como Estado nacional el 31 de enero de 1824. Sin embargo, México es una nación independiente que no ha gozado de estabilidad debido a diversos acontecimientos históricos que sucedieron desde la concepción de México como nación independiente, haciendo poco factible que la comunidad mexicana practique esos conceptos en su totalidad, principalmente por la escasa relación entre la administración pública y la participación ciudadana al implementar políticas públicas, que es un hecho que no se debe pasar por alto al pensar en el ejercicio de los recursos públicos en beneficio de su población.
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