Todos los seres vivos necesitamos energía para realizar nuestras funciones básicas y actividades diarias. Los seres humanos tomamos esta energía de los alimentos. Por tal motivo, en el primer tema de esta asignatura abordarás conceptos básicos de biología humana y nutrición, para conocer cómo funciona el proceso de nutrición y alimentación en los seres humanos, así como la manera en que el cuerpo utiliza esos alimentos y la importancia de los mismos.

Con estos temas conocerás qué debes evaluar en materia de nutrición, cómo hacerlo y las consecuencias de los excesos o déficits, dependiendo de las características encontradas en tu población de estudio.

Consulta el siguiente recurso para iniciar con los conceptos básicos vinculados a la nutrición, en el cual se explica de manera general y sencilla la relación entre los alimentos, sus componentes y la nutrición del ser humano.

La Eduteca (11 de junio de 2014). La función de la nutrición

Da clic en el subtema 1.1.1. Requerimientos energéticos para revisar el contenido.

Seguramente has escuchado hablar de las kilocalorías. Se refieren al valor energético de los alimentos. La caloría es la unidad más pequeña de una kilocaloría y se define como la cantidad de calor que se requiere para subir la temperatura de un gramo de agua a un grado centígrado. En otras palabras, es la cantidad de calor necesario para pasar un kilo de agua de 14.5º a 15.5º de temperatura, a la presión del nivel del mar. A continuación, aprenderás qué es el requerimiento energético y cómo se calcula de acuerdo con las necesidades de cada individuo (actividad física, edad, etapa de vida, entre otros).

Medición de calorías
De Pixabay (2015).

En el siguiente video se explican los distintos componentes nutricionales y las funciones que tienen en el ser humano, según sus características biológicas. Revisa el vídeo y toma nota de los aspectos que llamen tu atención, además de la propuesta para calcular el requerimiento total de calorías para cada persona.

Mi Nutriólogo (6 de marzo de 2015). ¿Qué son las calorías?

¿Sabes cómo se calcula el requerimiento energético en cada persona?

Si desconoces cómo hacer el cálculo energético que necesita una persona, revisa los siguientes documentos:

Gómez Candela, C., Iglesias Rosado, C. y De Cos Blanco, A. (s.f.). Manual de Nutrición Clínica.
(Revisa las páginas 10 y 11 para que identifiques los requerimientos energéticos de una persona).

Iñárritu Pérez, M. C. (2015). Estimación de las necesidades de energía. Elaboración de una dieta.

Seguramente, pudiste percatarte de que el análisis de los problemas nutricionales es primordial para ofrecer soluciones alimentarias pertinentes a la población analizada. Considera que la malnutrición puede ocurrir en dos sentidos: por carencia y por exceso de nutrientes, por lo que se requiere la cantidad adecuada para lograr un óptimo estado de salud. De esta manera, es fundamental definir tanto el mínimo requerido como el máximo compatible con una nutrición adecuada.

Existen diversos métodos que permiten calcular los requerimientos nutricionales del ser humano. En términos generales, la finalidad de identificarlos es evaluar la calidad de la dieta de una persona o una población para establecer sugerencias o adecuaciones a su alimentación a favor de la salud. Realiza la siguiente actividad para poner en práctica lo que has revisado hasta este momento.

Da clic en Actividad de aprendizaje para realizar la actividad.

Da clic en el subtema 1.1.2. Dieta correcta y el plato del bien comer para revisar el contenido.

En el tema anterior, revisamos los requerimientos energéticos que necesita una persona dependiendo de sus características físicas. Pero la cantidad de kilocalorías que requiere un ser humano no es suficiente para garantizar una nutrición adecuada. En este tema aprenderás cómo distribuir la cantidad de energía dependiendo del tipo de fuente de la que proviene: carbohidrato, grasa o proteína, propiamente conocidos como macronutrientes. Además de éstos, existen las vitaminas y minerales (micronutrientes), los cuales también verás en esta unidad.

En el siguiente esquema se catalogan los nutrientes con base en su función:

Clasificación de los nutrientes de acuerdo con su función Retomado de Icaza, S. J. (1981). Nutrición.

Recapitulando, el estado nutricional es el resultado entre lo que una persona requiere y lo que ingiere en el momento en que se realiza el balance. Cuando no existe ese equilibrio, es decir, cuando el resultado es negativo, el cuerpo humano utiliza reservas y mecanismos de adaptación que permitan compensarlo.

¿Sabes cuáles son las necesidades de micro y macronutrientes de un ser humano para mantener su salud en óptimas condiciones?

Revisa los siguientes documentos para responder a la pregunta:

López Guerrero, M. y Silva Cárdenas, I. G. (2007). Recomendaciones de Nutrición y Calentamiento para la Prevención de Lesiones en Bailarines (capítulo 1).

Iñárritu Pérez, M. C. (2015). Estimación de las necesidades de energía. Elaboración de una dieta.
(Revisa de la página 5 a la 9, que hace referencia a la estimación de la cantidad de macronutrientes y a las cantidades energéticas).

La mala nutrición es un factor de enfermedades y alteraciones en la salud. La falta o exceso de alimentos no es la única causa de la nutrición deficiente. También contribuyen a ella los métodos incorrectos de alimentación, como elegir alimentos inadecuados o no comer en la cantidad suficiente, lo cual contribuye a la malnutrición.

Macronutrientes y micronutrientes
De Zuñiga (2015).

Una dieta se considera correcta cuando cumple con las necesidades específicas de una persona, según la etapa de desarrollo en la que se encuentra. Si bien es cierto que estos requerimientos deben ser acordes a la edad, también hay otros factores que debemos tomar en cuenta.

Independientemente de los requerimientos o necesidades nutricionales de cada persona, una dieta saludable debe cumplir con las siguientes características:

• Completa: debe incluir alimentos que pertenezcan a los tres grupos.
• Equilibrada: todos los nutrimentos deben presentarse en proporciones adecuadas.
• Inocua: que no contenga microorganismos patógenos, toxinas o contaminantes y se consuma con moderación.
• Suficiente: debe contener la cantidad de nutrimentos que cubra las necesidades tanto del sujeto adulto, para una buena nutrición y un peso saludable, como de los niños, para que crezcan y se desarrollen de manera correcta.
• Variada: que incluya diferentes alimentos.
• Adecuada: que esté acorde con los gustos y la cultura de quien la consume, y ajustada a sus recursos económicos.

Para finalizar este tema revisa a continuación los siguientes textos:

Department of Agriculture USDA (2005). Dietary Reference Intakes: Macronutrients.
El texto incluye una tabla con las funciones y recomendaciones de los macronutrientes.

Iñárritu Pérez, M. C. (2010). El plato del bien comer.
El texto incluye una breve explicación sobre el plato del bien comer.

Da clic en el subtema 1.2. Alimentación por ciclo de vida para revisar el contenido.

En los temas anteriores se identificó la importancia de una alimentación apropiada a las necesidades y posibilidades de nuestra población, así como la importancia de promover la mejora del estado de nutrición, buscando, con ello, prevenir problemas de salud relacionados con la alimentación. En este sentido, los requerimientos energéticos de micro y macronutrientes varían según diferentes características, entre ellas, la edad.

Las necesidades nutricias de un bebé son muy diferentes a las de un adolescente o a las de un adulto mayor. El no cumplir con las necesidades específicas de nutrición por etapa puede traer consecuencias como deficiencias en el crecimiento y desarrollo o mayor propensión a enfermedades, entre otras consecuencias negativas. En este tema conocerás las especificaciones que se deben tomar en cuenta según la etapa de vida en la que se encuentre tu población de estudio. No olvides las características de la población con la que estés trabajando al momento de dirigir tu intervención hacia sus necesidades nutricias.

Alimentación. Ciclos de vida De Zúñiga (2015).

Da clic en 1.2.1. Salud nutricional de la mujer gestante para revisar el contenido.

En el embarazo aumentan las necesidades nutricionales tanto energéticas como de macro y micronutrientes. Los nutrientes requeridos por la gestación se obtienen a partir de una alimentación balanceada y completa. Por lo tanto, la ganancia de peso óptima debe ser revisada de manera regular.

De acuerdo con Cereceda M. (2008) citado en Cereceda Bujaico y Quintana Salinas (2014) algunas porciones de alimentación recomendadas se presentan a continuación:

A fin de profundizar acerca de los requerimientos nutricionales en este periodo, te invitamos a revisar el siguiente artículo, en el que encontrarás recomendaciones dietéticas en relación con los nutrimentos críticos que requieren las mujeres en esta etapa:

Barretto, L., Mackinnon, M. J., Poy, M.S., Wiedemann, A. y López, L. B. (2014). Estado actual del conocimiento sobre el cuidado nutricional de la mujer embarazada. Revista española de nutrición humana y dietética.

Da clic en 1.2.2. Edad infantil para revisar el contenido.

Recién nacido (neonato)

El cuidado nutricional del recién nacido depende del término al que haya llegado. Aquéllos que llegaron a la semana 37 y 42 tendrán más aptitudes que los que no lo lograron, sobre todo en cuanto al tamaño y desarrollo de órganos, tejidos y sistemas, y también en relación con una mejor lactancia. Su estado nutricional es determinado por indicadores antropométricos muy importantes, como la circunferencia cefálica para la edad gestacional, peso y talla al nacer.

Las necesidades energéticas de los recién nacidos se obtienen por kilogramo de peso corporal. Existen algunos factores que intervienen en las necesidades energéticas, como el peso, la tasa de crecimiento, el ciclo de sueño/vigilia, temperatura y estado de salud. La American Academy of Pediatrics, la American Dietetic Association y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida, con el fin de aprovechar la composición, los beneficios inmunológicos y la importancia de la relación madre-hijo.

En algunos casos, es necesario complementar con fórmulas enriquecidas con algunos nutrimentos en específico, debido a la presencia de alguna enfermedad, intolerancia a la lactosa o bajo peso, factores que no permiten que se cubran los requerimientos energéticos y de macro o micronutrimentos.

A partir de los seis meses comienza la ablactación, es decir, la introducción de alimentos distintos a la leche materna. Es importante hacerlo de forma gradual y evitando alimentos alérgenos e inseguros.

Da clic en 1.2.3. Edad preescolar y escolar para revisar el contenido.

La edad preescolar inicia a los dos años de vida. En esta etapa, el crecimiento es más lento que en la etapa previa. A partir del primer año de vida, el preescolar requiere cinco años para incrementar su estatura 50% respecto de la que presenta, lo mismo ocurre con el peso. Esto hace que el apetito disminuya y, por lo tanto, disminuye generalmente el consumo energético.

Por otro lado, durante la etapa escolar, que comprende de los 6 a los 12 años, el crecimiento es estable y lento: el peso y talla se mantienen constantes y disminuyen las demandas nutricionales y el apetito. En las niñas, se presenta una maduración temprana, y se alcanzan a notar diferencias en la composición corporal entre niños y niñas, lo cual genera ya una preocupación por el peso e imagen corporal. Durante este periodo se alcanzan picos de crecimiento, que van acompañados del aumento del apetito.

Alimentación del infante
De Flickr (2015).

Ahora analiza las recomendaciones energéticas y de macro y micronutrimentos en la etapa preescolar y escolar, mediante el siguiente artículo.

Moreno Villares, J. M. y Galiano Segovia, M. J. (2015). Alimentación del niño preescolar, escolar y del adolescente. Pediatría integral.

Da clic en 1.2.4. Adolescencia para revisar el contenido.

La alimentación durante la adolescencia es de gran interés debido al significado que dan los adolescentes a los alimentos, además de que es importante para que se lleve a cabo un buen desarrollo y crecimiento.

De acuerdo con la OMS, la adolescencia está comprendida entre los 10 y los 19 años de edad; a la vez, se divide en adolescencia temprana y adolescencia tardía. En esta etapa, las necesidades nutricionales están determinadas por la cantidad de estrógenos y progesterona en mujeres y testosterona y andrógenos en el hombre; generalmente, se incrementan las demandas metabólicas y es una edad de grandes cambios fisiológicos y de personalidad.

En esta etapa es cuando se adquieren comportamientos alimentarios relacionados con el ámbito social, cultural y familiar; los adolescentes manejan su propia alimentación y nivel de actividad física, es por esto que se encuentran en un periodo vulnerable desde el punto de vista de nutrición, ya que existe un riesgo elevado de caer en un trastorno de la conducta alimentaria. Una alimentación insuficiente puede tener consecuencias en el desarrollo cognitivo y en la salud; por otro lado, una alimentación excesiva o inadecuada contribuye al sobrepeso y obesidad, enfermedades que son actualmente comunes en adolescentes mexicanos.

Adolescentes
De Azúcar natural (2013).

Para profundizar en el tema, te sugerimos revisar el siguiente documento, en el cual se describen las complicaciones metabólicas derivadas de los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) en los adolescentes y su tratamiento:

López, C. y Treasure, J. (2011). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo. Revista médica Clínica Condesa.

Da clic en 1.2.5. Adultos mayores para revisar el contenido.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud el término “adulto mayor” se refiere a toda persona de 65 años o más, aunque otros organismos establecen este criterio a partir de los 60.

Un adulto mayor requiere de cuidados nutricionales especiales para mantener un buen estado de nutrición, ya que se presentan problemas de salud que van deteriorando la parte cognitivo-funcional. Es común la presencia de demencia y depresión, entre otros trastornos, y se presentan cambios fisiológicos importantes, como disminución de la masa magra, anorexia (falta de apetito), problemas dentales que dificultan la masticación de los alimentos, la presencia de enfermedades óseas, inactividad física, entre otras, las cuales disminuyen o aumentan de manera excesiva el consumo de alimentos, aumentando el riesgo de desnutrición, sobrepeso u obesidad.

Adulto mayor
De Pixabay (2015).

En esta etapa, es necesaria una atención especializada para mantener los requerimientos energéticos, ya que durante el envejecimiento el metabolismo basal y el consumo energético disminuyen.

Existen otros factores externos, como el nivel económico, el apoyo familiar y la accesibilidad a alimentos y suplementos, que ponen en riesgo a muchos adultos mayores en México, dejándolos en un estado de inseguridad alimentaria, la cual está completamente relacionada con el estado de nutrición y la alimentación.

Por lo tanto, una evaluación nutricional, un adecuado estado psicológico y una intervención oportuna ayudan a mantener en buenas condiciones de salud a los adultos mayores. Nuevamente te invitamos a realizar la siguiente lectura para que conozcas más sobre los retos que tienen los adultos mayores en referencia a su nutrición.

En este artículo se exponen los riesgos que trae la inseguridad alimentaria en el adulto mayor, lo que conlleva, en muchos casos, el deterioro de la salud, problemas cognitivos y depresión, condiciones de fragilidad, ausencia de redes sociales de apoyo y falta de protección social, entre otros factores.

Rivera Márquez, J. A., Mundo Rosas, V., Cuevas-Nasu, L. y Pérez Escamilla, R. (2014). Inseguridad alimentaria en el hogar y estado de nutrición en personas adultas mayores de México. Salud Pública de México.

Da clic en 1.3. Trastornos alimentarios y enfermedades crónicas para revisar el contenido.

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) se caracterizan por alteraciones en los patrones de alimentación y preocupaciones por el peso, la comida y la imagen corporal en general. Se relacionan con morbilidad y mortalidad médica y psiquiátrica y ponen en riesgo la vida de quien los padece (independientemente del peso) (Academy for Eating Disorders [AED], 2012).

La población afectada por TCA actualmente es de niños, adolescentes y adultos, de cualquier nivel socioeconómico y raza, así como con variedad de pesos y figuras corporales; esto quiere decir que no son exclusivos de personas con peso bajo, sino que pueden presentarse en rangos de peso sano o, incluso, en sobrepeso y obesidad, generalmente asociados a sobreingesta y a prácticas poco saludables para perder peso (AED, 2012).

Los TCA pueden interferir con la funcionalidad de una persona de manera importante, limitando su calidad de vida general, así como su vida social, familiar, etc. Dentro de las morbilidades psiquiátricas más frecuentes de los TCA, se han reportado la depresión y los trastornos de ansiedad.

Tanto la bulimia nerviosa como el trastorno por atracón se caracterizan por episodios de sobreingesta alimentaria en conjunto con la sensación de pérdida de control sobre el alimento; la diferencia entre éstos es que en la bulimia se presentan conductas compensatorias, como provocarse el vómito, utilizar algún laxante o diurético, ejercicio excesivo o, incluso, realizar ayunos prolongados.

Trastornos alimenticios
De Flickr (2015).

Alrededor del 60% de las muertes a nivel mundial son debido a enfermedades crónicas no transmisibles (OMS, 2012), como enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, obesidad, cáncer, entre otras.

La conducta juega un papel fundamental en gran parte de las enfermedades crónicas no transmisibles, y se ha descrito que conductas poco saludables, como el sedentarismo, tabaquismo, mala alimentación, consumo excesivo de azúcares, grasas y alcohol son factores de riesgo para esos trastornos. Ha sido reportado que, al eliminar estas conductas, se pueden prevenir en un 80% la diabetes mellitus tipo 2 y los infartos, mientras que el cáncer en un 40% (Aguilar Salinas, 2015).

Reflexiona: ¿cuáles crees que son los factores más importantes que favorecen los trastornos de alimentación y por qué crees que esos factores no se han podido modificar hasta ahora?

Te sugerimos buscar las estadísticas de tu localidad o región que muestren la prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria y las enfermedades crónicas. Identifica las causas modificables de los trastornos de alimentación más frecuentes en la población.

Enfermedades crónicas asociadas a la alimentación
De Flickr (2015).

Por último, revisa el siguiente documento a modo de ejemplo de un programa que busca detener el aumento de casos de una de las enfermedades crónicas que afecta a gran parte de la población:

Beaglehole, R y Lefèbvre. (2004). ¡Actuemos ya! Contra la diabetes.

Da clic en Actividad de aprendizaje para realizar la actividad.

Da clic en la Evidencia de aprendizaje para realizar la actividad.

Da clic en Fuentes de consulta para revisar las fuentes.

Básica

• Academy for Eating Disorders [AED] (2012). Trastornos de la conducta alimentaria. Puntos críticos para un reconocimiento temprano y manejo de riesgos médicos en el cuidado de individuos con trastornos de la conducta alimentaria. Autor.
• Aguilar Salinas C. A., Jiménez Hernández, S. y Hernández Ávila, M., et al. (2015). Acciones para Enfrentar a la Diabetes. 1a. ed. Academia Nacional de Medicina.
• Barretto, L., Mackinnon, M. J., Poy, M. S., Wiedemann, A. y López, L. B. (2014). Estado actual del conocimiento sobre el cuidado nutricional de la mujer embarazada. Revista española de nutrición humana y dietética, 18(4), 226-237.
• Beaglehole, R. y Lefèbvre (2004). ¡Actuemos ya! Contra la diabetes. Organización Mundial de la Salud. https://dmd.unadmexico.mx/contenidos/DCSBA/BLOQUE1/MSA/03/SANAL/unidad_01/descargables/11ActuemosYa.pdf
• Cereceda Bujaico, M. del P. y Quintana Salinas, M. R. (2014). Consideraciones para una adecuada alimentación durante el embarazo. Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia, 60(21). 153-160. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-51322014000200009&lng=es&nrm=iso
• Department of Agriculture (USDA). (2005). Dietary Reference Intakes: Macronutrients.
  https://web.archive.org/web/20190617131801/http://www.nationalacademies.org/hmd/~/media/Files/Activity%20Files/Nutrition/DRI-Tables/8_Macronutrient%20Summary.pdf
• Mi Nutriólogo (2015, 6 de marzo). ¿Qué son las calorías? [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=P9vgskdMVgY
• Gómez Candela, C., Iglesias Rosado, C. y De Cos Blanco, A. (s.f.). Manual de Nutrición Clínica (pp. 10-11). https://cmapspublic2.ihmc.us/rid=1NVSBHG7K-1J9PJMR-24KH/manual%20de%20nutricion.pdf
• Icaza, S. J. y Béhar, M. (1981). Nutrición. Interamericana.
• Iñárritu Pérez, M. C. (2010). El plato del bien comer. UNAM.
• _____ (2015). Estimación de las necesidades de energía. Elaboración de una dieta. UNAM.
• La Eduteca (2014, 11 de junio). La función de la nutrición. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=nj168qvxJzg
• López, C. y Treasure, J. (2011). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo. Revista médica Clínica Condesa, 22(1), 85-97.
• López Guerrero, M. y Silva Cárdenas, I. G. (2007). Recomendaciones de Nutrición y Calentamiento para la Prevención de Lesiones en Bailarines (capítulo 1). Universidad de las Américas Puebla.
• Moreno Villares, J. M. y Galiano Segovia, M. J. (2015). Alimentación del niño preescolar, escolar y del adolescente. Pediatría integral, XIX(4), 278-286.
• Organización Mundial de la Salud (2014). Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2014.
  https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/149296/W;jsessionid=8A25FC274F7C779A7B49920630EF5958?sequence=1
• Rivera Márquez, J. A., Mundo Rosas, V., Cuevas-Nasu, L. y Pérez Escamilla, R. (2014). Inseguridad alimentaria en el hogar y estado de nutrición en personas adultas mayores de México. Salud Pública de México, 56(1), 71-78.

Complementaria

• Herring, E. Oken (2010). Ganancia de peso durante el embarazo: Su importancia para el estado de salud materno-infantil. Annales Nestlé.
• Méndez J., Vázquez-Velázquez, V. y García-García, E. (2008). Los trastornos de conducta Alimentaria. Boletín Médico del Hospital Infantil de México.
• Organización Mundial de la Salud y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [OMS/FAO] (2003). Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas. Ginebra.
• Riumallo, J. (2015). Requerimientos y Recomendaciones de energía y proteínas del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Chile.