Los polipéptidos tienen una propiedad distintiva denominada comportamiento poliamfolítico lo cual significa que en una cadena existen especies que aportan cargas negativas y positivas. El enlace peptídico tiene la característica de ser plana gracias al doble enlace (Mathews et. al., 2002).
Según Mathews et. al. (2002) el enlace peptídico es muy estable y resistente a la hidrólisis no catalizada, siendo los ácidos minerales fuertes buenos catalizadores para la ruptura del enlace, los enzimas proteolíticos son buenos instrumentos de catálisis, pero debido a su naturaleza biológica, resultan ser específicas en función de la posición de los aminoácidos que forman la unión.
El bromuro de cianógeno es una molécula que presenta actividad específica en cuanto a ruptura de enlaces peptídicos en los carboxilos de las metioninas (Mathews et. al., 2002).
Para que los aminoácidos puedan construir una cadena polipeptídica o una proteína es imperante que sean activados mediante adenosina de trifosfato (ATP) para que logren reaccionar (Mathews et. al., 2002).